Mantenimiento: limpiar con un paño seco o semi húmedo. Para prolongar su vida útil se puede ocupar un humidificador. El uso de aceites naturales (como de oliva o cera de abeja) ayuda a preservar el brillo de las superficies. En caso de que se manche de grasa lo mejor es humedecer un paño con vinagre blanco para eliminar los rastros que queden, después enjuagar con agua caliente y posterior a ello secar bien. No exponer a la luz del sol.