Cuidar y mantener tus muebles: la guía que nadie te dio
Tus muebles también necesitan cariño. Y no, no solo pasarles un trapo de vez en cuando.
El secreto de un mueble bonito no está solo en cómo se ve, sino en cómo lo cuidas. Aunque suene aburrido, mantenerlos limpios y en forma es lo que marca la diferencia entre un depa con estilo y uno que parece “recién mudado desde 2017”.
Primero: el polvo es tu enemigo silencioso. Acumula humedad, opaca las superficies y se mete hasta en los rincones más zen. Dedica unos minutos a limpiarlos con un paño suave, sin saturar de producto. El brillo debe venir del material, no del químico.
La madera ama los aceites naturales, las telas agradecen un aspirado regular, y el metal... bueno, el metal solo quiere que no lo descuides. Si tienes muebles de exterior, protégelos de la lluvia y el sol directo con fundas ligeras. Te durarán el doble y seguirán viéndose de revista.
Cuidar tus muebles no es tarea doméstica: es prolongar el diseño que elegiste con tanto ojo. Las telas de tapicería pueden protegerse con el más moderno material repelente, pero además secar las manchas al momento y no dejar que la humedad penetre en el interior hace que duren mucho más tiempo en buen estado.
Mantener tus muebles es cuidar el estilo que ya construiste.
Haz del mantenimiento un ritual rápido: música puesta, trapo en mano, cinco minutos por zona. No es limpieza, es darle larga vida a tu estilo.
Y cuando se presente una mancha en la tela, usa espuma de carbona: es delicada con el tejido e implacable con la mancha.



